TURISMO
Es el resultado de una
conjunto de impactos socioeconómicos, culturales y ambientales generado por el
desplazamiento y permanencia temporal de personas que, teniendo entre otros
motivos, los negocios, la recreación y
el descanso, visitan lugares diferentes al de su domicilio habitual e
intercambian por dinero, bienes y servicios para la realización de actos
particulares de consumo.
Los diferentes pisos
térmicos con que cuenta el departamento de Boyacá, ofrecen el visitante
hermosos paisajes entre los que cabe destacar el nivel en la sierra nevada del
Cocuy, , donde varias series de picos nevados son separadas por hermosos valles
y lagunas de diferentes colores, con numerosas especies de flora y fauna; el
santuario de flora y fauna de Iguaque, poblado de bosques nativos donde se
conservan especies casi en extinción y cuya laguna es fuente de leyendas de la
cultura aborigen; el páramo de la Rusia, con 14 variedades de frailejón; el
salto de Candelas, majestuosa caída de agua del río Cusiana; y extendidos en
todo el departamento hermosos paisajes de colinas y valles, llenos de
agradables contrastes, así como de pequeñas y bellas poblaciones de estilo colonial.
El departamento de Boyacá
posee un valioso patrimonio histórico heredado de la época colonial y de las
luchas de independencia; el habitante boyacense es fiel a sus tradiciones,
trajes, comidas típicas y mercados, fiestas patronales, romerías, bailes y
ritmos folclóricos. Todo ello imprime al departamento un encanto y atracción
especiales, identificándolo como uno de los más ricos, representativos y
atractivos dentro de la diversidad cultural del país. Tunja, la capital, y los
municipios de Paipa, Sogamoso, Tota, Duitama, Iza, Tibasosa, Guican, Villa de
Leiva, Ráquira, Chiquinquirá, Muzo, Quípama, Tenza, Garagoa, Guateque,
Moniquirá, Ramiriquí y Puerto Boyacá disponen de hoteles confortables para el
turista que los visita.